Las personas con muchas pecas y lunares, piel clara, pelo rubio o pelirrojo y ojos azules tienen un riesgo particularmente elevado de desarrollar melanoma.
El riesgo se incrementa aún más si se han expuesto a una gran cantidad de luz solar directa, especialmente con quemadura solar, durante la infancia y la adolescencia.
Aunque el sol no siempre brilla con fuerza en Dinamarca, es importante proteger la piel de los rayos dañinos del sol. En verano, incluso cuando el tiempo está nublado, gran parte de la radiación ultravioleta dañina del sol puede penetrar a través de la capa de nubes. Los protectores solares ayudan a prevenir el cáncer de piel y también un envejecimiento prematuro de la piel.
Usted puede obtener una adecuada protección de sol siguiendo los consejos del Consejo Danés contra el Cáncer:
Siesta- Evitar el sol entre las 12 y las 3 pm
Gorro para el sol - protegerse con un sombrero, ropa y permanecer a la sombra
Protector solar – utilizar un filtro solar con un factor de protección de por lo menos SPF 15
No a los solárium- suprima el bronceado artificial- no ir al solárium
Cuando permanezca al sol, la parte no protegida de la piel siempre debe estar protegida con protector solar. La crema antisolar debe ser renovada aproximadamente cada 2-3 horas y siempre después del baño, tanto si el producto es resistente al agua como si no lo es. Es difícil saber la cantidad de crema se ha llevado el agua.
Hay muchas marcas de protector solar en el mercado danés. La mayor parte incluye cremas con diferente factor de protección solar. Cuando se selecciona un protector solar debe tener en cuenta:
Quién va a usar la crema - niños o adultos, personas con problemas especiales en la piel, etc.
Donde se va a utilizar la crema - en Dinamarca o en el extranjero en países soleados
Bajo qué circunstancias se va a utilizar la crema - deportes, excursiones, vacaciones en la playa, jardinería, etc.
En la farmacia, usted puede obtener asesoramiento sobre los filtros solares según sus necesidades.
Consejos especiales para los niños
Los niños menores de 1 año no deben ser expuestos en la medida de lo posible a la luz solar directa, sino que deben estar en la sombra con un sombrero y ropa de protección solar. En las áreas de la piel no cubiertas por la ropa debe aplicarse un protector solar. Cuanto más se haya expuesto a quemadura solar en la infancia tanto mayor será el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la edad adulta.